Esta frase identifica a una mujer que tenia un sueño desde hace mucho tiempo, quería tener un hijo, ella confiaba que Dios iba a cumplirlo, pero por causa de su vejez y esterilidad era imposible a los ojos humanos que esto se cumpla, pero por supuesto para Dios es posible, gracias a su espíritu guerrero ella recibió su promesa.
Esta mujer se llamaba Sara quien lucho por lo que quería aunque parecía imposible.
Así como Sara lucho y persevero por un sueño, así nosotros debemos luchar por lo que queremos, nunca desistir, entregar todo lo que Dios pida para recibir la promesa que tanto esperamos.
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